Un hombre que aspira ser justo debe estar estructurado por valores éticos, que sostengan su intención a la transformación, para ello se deben tener en cuenta las siete leyes universales o también conocidas como leyes espirituales, las cuales gobiernan todo lo que nos rodea, estas son:
- 1. El todo es mente, el Universo es mental.
- 2. Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba.
- 3. Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra.
- 4. Todo es doble, todo tiene dos polos, su par de opuestos.
- 5. Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo.
- 6. Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa.
- 7. La generación existe por doquier, todo tiene sus principios masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
Con estos siete principios podemos identificar en qué nivel de conciencia nos encontramos y de qué manera podemos ir escalando en los mismos. Las leyes son una base fundamental para adentrarnos y entender de manera más amplia el que hacer de la cábala y como ella concibe el mundo y sus demás fenómenos.
Para las leyes universales, la vida es un proceso transformacional donde los seres humanos deben aceptar y acoger el presente, por lo que la mejor forma de hacerlo es abordandolo con un buen nivel espiritual, valorando el ahora y la perfección que el momento posee, esto permitirá gozar las vivencias, aprender de ellas y disfrutar de las luces espirituales que nos acompañan en el proceso trascendental.
A su vez, es importante entender que por medio de la cábala adquirimos conocimientos para el desarrollo de nuestra vida espiritual y desde la psicología se tienen unos fundamentos para apoyar y atravesar dicho proceso espiritual, de entendimiento y búsqueda de consciencia.
En conclusión, ambas se complementan en el momento que conciben al ser humano como un ser integrador de cuerpo, alma y mente, el cual debe hallar su propósito de vida, saber vivir y crear un equilibrio entre ellas.